Hace mucho, pero mucho, muchísimo tiempo, en la época en la que vivía Fidel Velázquez y era el máximo representante de la CTM, en unas canchas muy, pero muy alejadas había un personaje que colaboraba cada semana con CyberSquash, que por alguna razón se perdió en el infinito laberinto del tiempo, pero gracias a varios monjes tibetanos, sangre de Frankenstein, polvo de shamán vudú directamente desde Haití resucitamos a Kahn Avis, que si no las hace se las fuma, hoy nos hablará de la olvidada o desatendida categoría que mejor practica, que nada tiene que ver con bebidas alcohólicas o psicodélicas... Los dejamos ahora si con el famosísimo Kahn Avis, por supuesto con su clásica foto.
No de click en la foto, se puede llevar un susto.
Un olvido ha provocado que Kahn Avis, antiguo y vetusto colaborador de esta prestigiosa página, saliera de su marasmo, este olvido quizás atribuible a la preocupación por la sanguinolenta final de primera fuerza del reciente Torneo del Inn, provocó que el autor de la acuciosa relatoría del desarrollo del torneo, partido por partido, haya olvidado que, arriba, muy arriba de las canchas donde tenían lugar los encuentros de singles, existe otra, ignota, donde unos cuantos entusiastas de nuestro deporte tambièn dejan alma y corazón en la duela de esa cancha de dobles.
Después de leer los artículos y ver las fotos, pudimos darnos cuenta que los participantes del torneo en la modalidad de dobles fueron total y por completo ignorados, será que la peregrinación de tres pisos para llegar impidió a reporteros y fotógrafos arribar con bien al elevado sitio.
No quisiera de ninguna manera realizar comparaciones, pero como repite un gran amigo y analista a profundidad del squash, “… a ustedes (se refriere a los que ya circulamos con la tarjeta del FBI, o sea Fuerzas Básicas del INAPAM ) deberían pagarles cuando bajan de jugar mas o menos en condiciones aceptables y sin haber sufrido daño”.
Vayan pues, desde aquí, mis más estruendosas porras a todos y cada uno de los que participamos y salimos al final con vida y entusiasmo para continuar con este fabuloso deporte extremo ( al menos para algunos de nosotros).
KAHN AVIS