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Todos sabemos cuan demandante es el squash en términos del desempeño físico, lo que más me sorprende personalmente son esos rallies que duran 10, 20 o 30 golpes y empiezo a pensar la condición física de los jugadores para ir y regresar desde y hacia la T en partidos que además llegan a durar los cinco sets con promedios de 15 minutos, impresionante!

Luego a un nivel más local, he analizado como los jugadores mayores sin posibilidad real de alcanzar gran rendimiento pueden pasar toda la tarde del sábado o domingo jugando a ritmos constantes.  Pues lo que veo que hacen (y que yo he empezado a hacer) es, primero, jugar con una bola que bote suficiente, no mucho como las de principiantes y tampoco muy poco, las de punto verde (recomendadas para grandes alturas sobre el nivel del mar, el caso del DF), así es que, generalmente, juegan con bolitas de uno o dos puntos amarillos, que botan de una forma cómoda, si se golpean con fuerza llegan a la pared trasera (lo que da dos oportunidades de golpear de vuelta), pero si se golpean de forma adecuada botan bajo y más rápido, lo que hace el juego muy ágil, por supuesto un buen tiro siempre hará que llegue al nick o a un lugar difícil de la cancha.

Lo segundo y más importante es disminuir el ritmo de carrera, los jugadores más experimentados (profesionales o no) no van como locos tras la bola, sino que miden mentalmente donde y cuando golpeará, de manera que el desplazamiento sea el más corto, lo que, de igual forma, hace que la carrera no sea desesperada (la mayoría de las veces) sino suave, con un trote que les da la facilidad de llegar bien ubicados y con una posición sólida al momento de golpear.  Muchas veces si la bola va cerca de la T responden con una volea, esto le da al oponente menor tiempo para preparar el siguiente golpe y resulta en un menor desplazamiento aún, pues prácticamente solo tienen que girar hacia la dirección de la volea y girar de vuelta una vez hayan golpeado.

Al principio pensar en trotar suavemente desde y hacia la T parecerá imposible, pero en la medida que lo vayan haciendo van a ver como el siguiente desplazamiento va a ser mucho menos demandante, pues por obvias razones moverse desde la T hacia el frontis o hacia la parte de atrás es más fácil que hacerlo desde la parte opuesta de la cancha (que de hecho, se vuelve un círculo vicioso que termina haciéndonos perder la mitad del juego, la mitad que tiene que ver con el físico).  Una vez en la T, traten de regresar los golpes con voleas, si van bajas o a la esquina opuesta (y al nick) mucho mejor, pero con cortar el golpe, van a aumentar el ritmo de juego de su oponente.  Finalmente, dense el tiempo de golpear la bolita en el momento adecuado y eso podría ser después de que pegue en la pared trasera, si ya los pasó no se desesperen, vayan al fondo y esperen cuando haya golpeado la pared, si están bien ubicados y se relajan van a poder regresar el golpe.